Solo en tu boca
Yo quiero acabar
Todos esos besos
Que te quiero dar
A mí no me importa
Que duermas con él
Porque sé que sueñas
Con poderme ver
Mujer qué vas a hacer
Decídete pa’ ver
Si te quedas o te vas
Sino no me busques más
Estribillo 1
Si te vas yo también me voy
Si me das yo también te doy
Mi amor
Bailamos hasta las diez
Hasta que __________ los pies (X2)
Estribillo 2
Con él te ________ el corazón
Y conmigo __________ los pies
Con él ___________ el corazón
Y conmigo ___________ los pies
Solo con un beso
Yo te haría acabar
Ese sufrimiento
Que te hace llorar
A mí no me importa
Que vivas con él
Porque sé que mueres
Con poderme ver
Mujer qué vas a hacer
Decídete pa’ ver
Si te quedas o te vas
Sino no me busques más
Estribillo 1
Quién es el que te quita el frío
Te vas conmigo, rumbeamos
Con él lloras casi un río
Tal vez te da dinero y tiene poderío
Pero no te llena tu corazón sigue vacío
Pero conmigo rompe la carretera
Bandolera si en tu vida hay algo que no sirve
Sácalo pa’ fuera
A ti nadie te frena, la super guerrera
Yo sé que tú eres una fiera dale
Sácalo pa’ fuera
Estribillo 1
Estribillo 2
Solo con un beso
Yo quiero acabar
Ese sufrimiento
Que te hace llorar
Los menores, rescatados (sauvés) en Coahuila, recogían verduras por seis dólares al día
Los capataces (les chefs) complementaban con agua con sal sus escasas raciones de comida.
61 niños de ocho a 17 años explotados como braceros (main d’oeuvre) en un rancho (ferme) del Estado de Coahuila (norte de México) han sido rescatados por las autoridades. (…) Los menores cobraban (recevaient) seis dólares por jornadas de diez horas en las que recolectaban cebollín (oignons) y calabazas (courges).
México ocupó en 2014 el primer lugar en América Latina en el Índice Global de Esclavitud de la ONG Walk Free con más un cuarto de millón de víctimas, sobre todo adultos, en sectores como el agrícola, el minero y el del turismo.
Los niños, (…) estaban sometidos a un régimen esclavo: dormían en colchonetas (matelas de fortune) en cobertizos (abris), se levantaban a las cinco de la mañana y desayunaban café con un pan. Por el día les daban dos raciones escasas (petites) de comida y agua con sal (…). Al final de la jornada tenían que haber empacado –por cada grupo de tres– más de 3.000 piezas de calabaza o cebollines para poder recibir su salario.
Los menores, (…) tenían orden de no salir de sus cobertizos más que para ir al campo a trabajar ocultos en camiones.(…) Tenían dos baños, con una ducha sin agua caliente.